El aceite de olivos milenarios y centenarios

14 de Octubre de 2021

El aceite de olivos milenarios y centenarios

De los olivos milenarios y centenarios podemos destacar el característico aceite que producen, con unas cualidades organolépticas que rozan la perfección y unas propiedades saludables ventajosas.

Además de sus aceites, los olivos centenarios y milenarios son valor patrimonial de toda la cuenca mediterránea y productores de uno de los mejores aceites del mundo.

Dónde se encuentran los olivos milenarios

En España, tenemos la suerte de contar con una mancomunidad de 27 localidades entre Castellón, Tarragona y Teruel que atesoran la mayor concentración de olivos milenarios del mundo. El Territorio del Sénia puede presumir de tener entre sus fronteras 5.700 ejemplares de olivos con más de 1.000 años, los cuales están reconocidos dentro del Sistema de Patrimonio Agrícola de Importancia Mundial (SIPAM).

En el municipio de Ulldecona, en Tarragona, encontramos el olivo “La Farga de Arion”, el olivo milenario más longevo del Territorio del Sénia. Según las estimaciones, fue plantado en el 314 d.C. durante el mandato del emperador romano Constantino I, lo que significa que tiene más de 1.700 años.

Fuera del Territorio del Sénia pero aún dentro de las fronteras españolas, encontramos un olivo milenario de 2.310 años en la isla de Menorca. En Andalucía, donde hay más de 300 millones de olivos, encontramos el más antiguo en Níjar, Almería. Con una edad de entre 1.500 y 2.000 años, el olivo de Agua Amarga está considerado como uno de los ejemplares más antiguos de España y de la cuenca mediterránea.

Sin embargo, hemos de viajar hasta Belén para encontrar el olivo milenario más antiguo del mundo. Según el Ministerio de Agricultura de Palestina, tiene más de 4.000 años, una altura de 12 metros y un diámetro de 25. Se llama “Al-Badawi” y significa “el grande”. Todavía proporciona aceitunas cada invierno.

El importante valor patrimonial de los olivos

Los olivares de nuestra tierra son un icono, un símbolo de la cultura mediterránea. Desde tiempos antiguos, nuestros antepasados han cultivado, labrado y trabajado la tierra que hoy está en nuestras manos. Antiguamente, los olivos se plantaban con el objetivo de que pasaran de generación en generación, y no tanto en su rentabilidad inmediata.

Estos olivos milenarios han visto pasar a miles de personas a través de los tiempos, han cobijado bajo sus ramas a cientos de generaciones, han vivido hechos históricos y han sobrevivido a guerras y catástrofes. Los olivos milenarios y centenarios son patrimonio natural y paisajístico de los cientos de años de vida que tienen nuestras tierras, como la nuestra en Priego de Córdoba.

Apreciar un olivo milenario es una auténtica obra artística de la naturaleza, admirando su tronco entrecortado, de gran volumen y con agujeros, que señalan el paso de los años; su copa amplia y frondosa, que deja entrever el cielo despejado; y ese paisaje excepcional, que es capaz de combinar la biodiversidad agrícola con los ecosistemas resilientes, dando lugar a un valioso patrimonio cultural.

En la actualidad, este patrimonio paisajístico y cultural se está perdiendo, debido a la compra-venta de olivos milenarios. Estos están siendo arrancados de sus terrenos para sustituirlos por otros olivos más jóvenes que, a su vez, sean más rentables y productivos. Muchos de ellos acaban siendo elementos de decoración en jardines privados.

El aceite no es mejor per se, sino por cómo se produzca

En muchas ocasiones, se tiene la creencia de que, a mayor edad, mayor calidad. Sin embargo, esto no siempre ocurre así.

No existen evidencias científicas de que el aceite de los olivos milenarios sea mejor que el de los aceites jóvenes. A pesar de ello, sí que hay cientos de expertos que son capaces de encontrar diferencias en las percepciones sensoriales y encontrar ventajas en el sabor y olor del aceite de olivos milenarios.

Los olivos milenarios no se encuentran en plantaciones intensivas, como sí lo hacen los olivos jóvenes. Este hecho influye directamente en la anatomía del olivo, que tiene su propio espacio y deja crecer sus raíces bien hundidas en la tierra. Esto no significa que produzca un aceite de oliva de mayor calidad, pero sí que la calidad de las aceitunas puede ser más elevada, con todos los beneficios que ello conlleva.

La calidad el aceite de oliva viene determinada por diferentes factores, como el método de extracción y el factor humano. Una manera errónea de cultivar o extraer el zumo de la aceituna puede dañar la calidad del aceite, sin importar que este proceda de un olivo viejo o de uno joven.

En Legatum, nuestras explotaciones olivareras se realizan en olivos milenarios y centenarios que respetan el medioambiente y cuidan la biodiversidad. Nuestros olivares se trabajan ecológicamente y siguiendo los ciclos lunares, como se ha venido haciendo de generación en generación hasta ahora. En los próximos años, obtendremos la certificación ecológica, lo que pone de manifiesto el mimo que regalamos a este regalo de nuestros ancestros.