La agricultura y las fases lunares

11 de Mayo de 2021

La agricultura y las fases lunares

Según las creencias populares (y diversos estudios científicos), la luna afecta a las mareas, a las personas y también a la agricultura. Todos hemos escuchado expresiones como “no plantes todavía, no es luna llena” o “tu cosecha crecerá mejor si la siembras durante luna creciente”.


Todo ello tiene una explicación y, desde nuestros ancestros, los agricultores utilizaban la luna como calendario para realizar unas determinadas tareas. ¡Atento a lo que hacemos en la agricultura según las fases lunares!

Influencia de las fases lunares

En la agricultura, se considera que la luna contribuye al desarrollo, germinación y fructificación de los cultivos. Según las fases lunares, se ven afectadas algunas etapas de desarrollo en la agricultura como son el flujo de savia, la fotosíntesis o el enraizamiento de las semillas.


Además, dependiendo de la fuerza gravitatoria de la luna, la savia se verá afectada en mayor o menor proporción. Por ejemplo, si la luna tiene posición ascendente, tendrá mayor influencia sobre la savia que si está en posición descendente.


Por otro lado, la luz de la luna influye sobre la fotosíntesis de nuestro cultivo. Con las fases lunares cuarto creciente y luna llena, se activa el metabolismo fotosintético de la planta y, al igual que ocurre con el sol, esta sigue creciendo.

Ciclos lunares y agricultura

Luna Nueva
La luna no refleja la luz y, por tanto, las raíces y las hojas de los olivos crecen a un ritmo menor. Esta fase, conocida como fase de reposo, se aprovecha para realizar el mantenimiento de los olivares, ya que es una fase de poco o nulo crecimiento. Durante este ciclo, hay una gran disponibilidad de agua en el suelo y la savia de las plantas se concentra en sus raíces.


Esta fase de reposo se puede aprovechar para abonar nuestros olivares, eliminar las malas hierbas, etc. Además, es el momento propicio para podar árboles enfermos. Por otro lado, se desaconseja plantar o sembrar, ya que pueden llegar a germinar poco y desarrollarse muy lentamente.


Cuarto Creciente
Esta fase es conocida como la fase de la prosperidad. La luna se acerca al sol y va aumentando su visibilidad. La savia sube hacia la parte superior de nuestros olivos, que sufren un crecimiento que afecta al follaje y sus raíces, que absorben el agua abundante. Así, los olivos germinan en el tiempo previsto, aunque dependen también de la climatología y las condiciones del suelo.


Luna Llena
La luna se encuentra en la mitad del mes lunar y es el momento exponencial de movimientos de agua y savia. El follaje crece más rápido al concentrarse más savia y las raíces, por el contrario, se desarrollan más lentamente. Es en esta fase lunar donde pueden aparecer las plagas.


Con la luna llena, es el momento idóneo para sembrar. Sin embargo, no se debe trabajar la tierra y solo debemos regar en caso de sequía.


Cuarto Menguante
El ciclo de la luna está llegando a su fin y conlleva poca actividad en nuestros olivares. La savia vuelve a las raíces y se desarrolla la parte inferior de los olivos. Junto con el cuarto creciente, es la mejor fase lunar de adaptación de nuestro cultivo al medio.


Es la fase propicia para podar y abonar el suelo, también para regar. No obstante, no debemos purgar y controlar parásitos y tampoco sembrar, ya que no crecerán rápidamente.

En Legatum, optamos por trabajar ecológicamente nuestros cultivos. Aprovechamos todos los recursos naturales, como las fases lunares, para elaborar un aceite de oliva virgen extra de gran calidad y respetuoso con el medio ambiente.