La historia del aceite de oliva

16 de Marzo de 2021

La historia del aceite de oliva

En la actualidad, el aceite de oliva virgen extra es uno de los símbolos más característicos de España. Además, el AOVE es base de la Dieta Mediterránea que, desde 2012, está declarada como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

Aunque España sea la cuna del olivar y primer productor de AOVE en el mundo, no fue aquí donde comenzó a producirse el aceite. ¿Quieres saber dónde empezó a cultivarse el AOVE y quienes fueron los primeros? ¡Te dejamos las respuestas aquí!

Repaso histórico desde las primeras actualizaciones

Antiguo Egipto

En Egipto, aparecen las primeras referencias sobre el uso del aceite de oliva. El rendimiento del aceite de oliva era escaso y, principalmente, se utilizaba en cosmética y farmacia. El olivo aparece representado en los sarcófagos (tumbas de los faraones). El aceite de oliva se preparaba con esencias aromáticas como aceites sacros de los faraones en la “otra vida”.

Antigua Grecia

En la Odisea de Homero, se hace referencia al aceite de oliva como “oro líquido”. Ulises también utilizó el olivo en dos puntos clave: para derrotar a Cíclope (a quien dejó ciego con una rama de olivo) y para demostrar su amor eterno por Penélope (para quien construyó una cama utilizando un olivo).

Además, Atenas debe su nombre a la diosa Atenea y una rama de olivo. En su enfrentamiento con Poseidón por nombrar a la ciudad, Atenea hizo “florecer el primer olivo” y nombró a Zeus todos los beneficios del olivo (centenario y alimenticio). Así, Zeus otorgó a Atenea nombrar a la ciudad que hoy conocemos como Atenas.

En la Antigua Grecia, el olivo representaba la inmortalidad y, en los Juegos Olímpicos (comenzaron a celebrarse en el año 776 a.C.), se otorgaban a los ganadores con coronas hechas de ramas de olivo. En estas competiciones, los participantes usaban el aceite como protector contra el sol, calor o caídas.

El aceite de oliva no tenía solo un uso culinario, sino que también se aplicaba en medicina, cosmética y combustible.

Imperio Romano

El aceite de oliva consiguió su máximo esplendor con el Imperio Romano que mejoró el cultivo y comercialización del aceite de oliva. Los romanos otorgan la invención del árbol del olivo a Minerva, símbolo de paz, fertilidad, gloria y santidad.

Junto al vino y al pan, el aceite se convirtió en un elemento principal de la economía romana. Julio César colaboró en este hecho ya que añadió aceite a la annona (abastecimiento gratuito que recibía el ejército como parte de su manutención).

Entra en juego aquí la popularidad de Hispania con el aceite de oliva. Esta fama pasó fronteras gracias a la “excelente calidad” que los emperadores otorgaban al aceite de oliva que se producía en Hispania, más concretamente, en la Bética (la Andalucía actual). Se estima que se pudieron exportar desde esta región más de 30 millones de vasijas de aceite de oliva.

Su uso durante el Imperio Romano, además de para alimentación, se destinaba como combustible para iluminación y cosmética. Además, comenzó a usarse para curar heridas, úlceras, bajar la fiebre o calmar cólicos.

Edad Media

Con el declive del Imperio Romano, decrece también la popularidad del aceite de oliva.

Con el paso del tiempo, las órdenes religiosas, comienzan a tener el control sobre la producción del aceite. Así, el empleo del aceite se destina a usos litúrgicos. Esta función sacra que se otorga al aceite fue pasando de una civilización a otra y del ámbito cristiano al musulmán.

Edad Moderna

Las Revoluciones Tecnológicas de los siglos XIX y XX traen consigo las mejoras del cultivo, recolección, distribución y comercialización del aceite de oliva.

En el siglo XIX, el olivar aumentó su extensión en España, que se convirtió en el país con el olivar de mayores dimensiones del planeta.

Estado actual de la producción de aceite de oliva en el mundo y España

La producción del aceite de oliva se concentra en las zonas mediterráneas, aunque ya se produce en 56 países. Por continentes, la mayoría de superficie del olivar se concentra en Europa (60%), seguida por África (27%), Asia (10%), América (2%) y Oceanía (1%).

España ocupa la primera posición mundial del productor y exportador de AOVE, seguida de Italia, Grecia, Marruecos, Túnez y Portugal. La producción de España supone el 44% del total mundial y el 62% de la europea. En la campaña 2019/2020, según Statista, se produjeron 1,12 millones de toneladas de aceite de oliva.

Andalucía es la comunidad autónoma con mayor producción. En este territorio se produce el 85% del aceite español y el 32% del aceite mundial.

Entre las provincias de Córdoba y Jaén, se produce el 64% de todo el aceite de oliva anual generado en España. Nada más que en Córdoba, hay una extensión de 351.735 hectáreas de olivos.

 

España es el país en el que más aceite de oliva se produce y se exporta, además de ser, históricamente, “la región” (Hispania) en la que se producía el aceite de oliva de mayor calidad. Desde el Antiguo Egipto hasta actualidad, todos han sido conscientes de los múltiples beneficios del aceite de oliva y han intentado exprimir su uso para sacarle el mayor provecho.